martes, 7 de septiembre de 2010

Unos días diferentes

Hola otra vez,

Tras dos meses y medio de trabajo intenso en Haiti este fin de semana me he ido cuatro días a descansar y desconectar un poco a Santo Domingo.

Durante unos días he podido disfrutar de sencillos "lujos" como dormir en un cama, pasear por la calle, departir de una conversación en una terraza mientras compartes una cerveza o simplemente descansar y olvidarte por unos días de las normas de seguridad y llevar colgando la identificación.

Además esta vez los astros se alinearon y pude disfrutar de la compañia de amigos que hacia un tiempo que no veía y e incluso poder obsequiarlos con una tortilla de patata, que si bien no era para ganar un concurso, en estas latitudes tienen un sabor especial.

Una de las joyas y experiencias que te encuentras por el camino y que por ser imprevistas todavía se disfrutan más fue el concierto del domingo pasado.
Como residente fugaz de la zona colonial de Santo Domingo, tratas de conocer ricones y acontecimientos.
Alguien me conto que los domingos en "la plaza" mas bien en mitad de la calle que hace curva, había conciertos de musica dominicana, bueno, latina y que se llenaba.
Fuimos a la cita y nos encontramos con que la calle en curva de noventa grados junto a las ruinas de un monasterio, se había convertido en un anfiteatro en el que las escaleras de acceso eran una grada para los músicos, el espacio al pie de la escalera una pista de baile y la calle repleta de sillas con gente sentada, en pie, bailando, hablando. Era un auditorio que además de tener como fondo las ruinas de un monasterio del sigle XVI albergaba alegría, diversión y sobre todo musica y sentimiento.

Allí que nos plantamos tratando de mimetizarnos con el ambiente, es decir, comprar cervezas en el colmado buscar nuestro rincón y en la medida de los que permiten nuestras limitadas europeas caderas, bailar.

La experiencia resulto memorable, con la calidad que da un telefono móvil y mucho ruido, os adjunto un video para que al menos intuais lo que era aquello, son dos minutos de video , pero resultaron ser doce de todos los artistas empleandose a fondo a ritmo de "Quiero bailar contigo"



Pero como decía Calderón de la Barca "...Que todo el bien es pequeño, (....) que la vida es sueño y los sueños, sueños son....." Es decir ya estoy de vuelta en puerta en Puerto Principe, en el campamento, con el toque de queda y con las pilas cargadas....

Un Saludos a todo el que haya querido ser leyendo hasta aquí.

1 comentario:

  1. Hola brother.
    Vaya escapadita mas ludico-festiva y resultona has tenido. cuidaT

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